LA MEMORIA EN NARRATIVA ODGERS
Podríamos
afirmar de manera categórica que, en esencia,
toda la
literatura que se hace es literatura de la memoria.
ANTONIO COLINAS
INTRODUCCIÓN
Bien por la vía objetiva de la consciencia o por otra vía más incontrolada y automática, irracional, de lo inconsciente, la literatura activa la fuente de su memoria. ¿Y qué es lo que surge de ella?
Del viaje del escritor hacia el pasado emergen una sucesión de símbolos que, bien entramados y desarrollados- pasados al papel - dan lugar a la obra literaria. Una obra que no sólo ha nacido para testimoniar, distraer o entretener, sino que responde a razones mucho más profundas. Cumple así la literatura de la memoria otra de las muchas misiones que puede adquirir: lade ser terapia para el ánimo.
Porque la creación literaria en particular y la creación artística en general, cumplen esa especial misión sanadora, o si lo prefieren, por su acción sobre los lectores: iluminadora. «Quien no perdona, no sana», dice uno de los principios de esa psicología profunda o jungiana. Parafraseando este principio, también podríamos decir: «quien no escribe, no sana», o«quien no lee, no sana»; quien no rescata de su memoria los símbolos primeros, salvadores, no sana.
Los libros surgen de la memoria como algo muy especial. De hecho, todo en el mundo es libro si nos remitimos a algunas ideas místicas y, entre otras, a aquella que nos dice que «el libro no es sino el microcosmos del macrocosmos». Se refiere este dicho a que el mundo no sería otra cosa que un libro abierto que el ser humano sólo debe leer e interpretar.
Esta universalidad donde se funden el escritor, el libro y el lector nace precisamente en la capacidad de trasmitir desde el escritor la mayor cantidad de símbolos para fusionarse al lector, estos símbolos que reabren o evocan al lector sus mismas o parecidas emociones o situaciones almacenadas en la memoria y que lo hacen identificarse con el o los o las protagonistas sean reales o ficticias.
Parte importante de los símbolos es la territorialidad de lo que se lee.
Todas las acciones humanas se realizan en el tiempo y en el espacio con técnicas materiales o inmateriales que territorializan. Tomemos el ejemplo de Golondrinas de Invierno de Víctor Domingo Silva que plasma tan verdemente la territorialidad de una hacienda campesina de forma material: los aromos, el río, el campo, las piedras el prado; y de una forma inmaterial: el olor de los aromos, de los duraznos en flor, del sonido del agua que corre, la dureza y el dolor que pueden causar las piedras, la humedad del rocío en el pasto, su olor o de Hijo de Ladrón de Manuel Rojas que nos describe las calles de la pobreza con su zaguán, el patio del conventillo, las piezas de madera desprovistas de comodidades en el aspecto material, nítido que hasta se puede tocar con solo extender la mano más allá del libro y los olores del zaguán, del barro, de los ruidos que rebotan y traspasan la madera de las piezas.
También tenemos La Viuda del Conventillo donde Alberto Romero con genialidad describe territorialmente barrios de Santiago periférico y pobre de esa época pero que sin embargo algunos se han vuelto noticia por incendios o muerte relacionados con emigrantes que vivían en estos u otros conventillos.
Esta territorialidad es interiormente importante en la literatura, son como el gatillo que acciona la memoria, los deja vu del lector, el párrafo que está leyendo se escabulle dentro de él y lo transporta a sus propias vivencias, no es que recuerde la casa, el barrio el color u otra territorialidad de la novela que tiene en sus manos,…. es que evoca lo que ya de una u otra forma vivió, entendiendo que el vocablo evocar viene del latín advocare o sea traer desde el corazón, revivir…
(Aquí se hace un ejercicio…. cierren los ojos…evoquen una calle de adoquines…una casa de color rojo…un leve olor a cardos y manzanillas……dar uno o dos minutos para evocar con los ojos cerrados….luego preguntar… ¿Han caminado alguna vez en un lugar así?)
EL TERRITORIO DE MI EXISTENCIA.
En mis novelas el territorio, la mención a él no es algo casual, es algo totalmente intencional y lo tengo presente al elaborar la estructura de la novela.Digamos, para recordar que la novela tiene un principio, una mitad y un final. A estas tres partes de la novela se le suele llamar planteamiento, nudo y desenlace. Esto forma parte de la estructura de la novela, porque no basta solo con la idea. Para escribir una novela que funcione, que sea atractiva y tenga el interés de los lectores/as, desde el principio hasta el final, hay que crear la historia, el argumento, los personajes, el conflicto, los obstáculos y el clímax.
Tanto el espacio urbano como el espacio rural se develan claramente en cada una de ellas. Pienso que son inherentes a la historia, y en general forman parte de mi existencia como creadora, a su vez, permite dar más realismo a la narrativa.
Considerando que la literatura representa la identidad cultural de la comunidad o colectividad desde donde emerge y que ella misma crea identidad, se puede decir que la narrativa que escribo intenta reflejar el territorio donde nace y representa la identidad penquista bastante fielmente, mencionando no solo los lugares, café, calles o avenidas sino la forma de comunicarse, de hablar e interactuar.
Mencionar el territorio, a mi modo de ver crea identidad y donde el lector puede entrar, reconocer, tocar.
Página 24, el Café Neruda
Página 34 Café Florencia
Página 82 El Toto`s y el Pipón- Cantabria y el Dom
Es decir: Cuando menciono el café…el solo hecho de decir su nombre el lector pude decir…yo lo conozco...yo he estado allí…..puede sentir que él o ella también han estado en un café bajo determinadas circunstancias...cuando describo una calle penquista esta puede ser tan universal a muchas calles de otras ciudades o puede ser que yo conozco esa calle y allí he estado como muchos otros u otras. Cuando digo voy a un hotel, es que he estado allí, conozco la gente, el ambiente.
Deseo trasladar a los lectores hasta ese café y esa calle. Cuando situó la historia en el barrio universitario, es porque lo conozco, sé lo que existe, lo que se mueve en ese ambiente y que los lectores penquistas lo reconocerán y los que no, sabrán de su existencia, la historia se convierte en fuente de conocimiento de un territorio determinado.
EN RESUMEN
Las características de mi territorio narrativo.
1.- Es intencional
2.- Es una forma de contextualizar la historia
3.- Es imprescindible para mí mencionarlo
4.-Enriquece o fortalece la historia
5.- Crea identidad (en mi caso identidad penquista)
6.- Es el imaginario social que se presenta vivo, real
Se presenta lo colectivo anónimo, lo humano impersonal que llena un determinado orden social, pero que también lo engloba, que ciñe cada sociedad entre las demás y las inscribe a todas en una continuidad en la que de alguna manera están presentes los que ya no son, los que quedan por fuera e incluso los que están por nacer.
La construcción o reconstrucción del espacio le concede un orden a mis tiempos en tanto fluye en la narración. Se expande en la estructura lingüística, porque el territorio vivencial, es mi más íntima experiencia.
(Comunicación: Emisor- receptor- lenguaje- mensaje- contexto
Signo lingüístico: Significante, significado)
¡¡Muchas gracias!!
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